Coronavirus de viaje: porque de reinventarse se trata

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Hoy quiero compartirte una historia personal…

Hace 1 año pisábamos el Aeropuerto de Carrasco (Montevideo) con Vale, mi pareja, en un vuelo humanitario. Fue en ese momento, donde por fin logré soltar una lágrima de dolor por lo que estábamos viviendo.

La pandemia nos tomó a todos de sorpresa y cambió nuestra vida, en mayor o menor medida. A nosotros nos agarró cumpliendo un sueño, uno que veníamos preparando hacía casi 2 años y deseando hace más de 5, el viaje de la Facultad de Ciencias Económicas de la UdelaR.

Si bien ya todos sabíamos que existía algo llamado “Coronavirus”, al momento de irnos de viaje era solo algo que veíamos muy alejado de nosotros, allá por China, y aún faltaban semanas para que se le llamara “pandemia”. De hecho China fue el único destino que cancelamos previo a salir de viaje y pensamos que con eso ya estaríamos tranquilos.

Royce Peak. Nueva Zelanda

Lo que si pudo ser

Si bien habíamos planeado un viaje de 7 meses y terminamos viajando efectivamente solo 1, esa parte del viaje fue una gran aventura. Tuvimos la suerte y el privilegio de recorrer destinos increíbles. Esta primera parte era independiente al GV (Grupo de Viaje). La comenzaríamos primero con una pareja de amigos “Erne y Romi”, luego seguiríamos algunos destinos solos y después nos juntaríamos con un grupo más grande de amigos en Japón. La parte con el GV comenzaría más adelante, en Nepal.

Nueva Zelanda

Comenzamos el 18 de Febrero en Nueva Zelanda, una nación formada dos grandes islas alargadas, en la misma latitud que Uruguay pero del otro lado del mundo. Con un clima similar al nuestro, de habla inglesa y de una belleza geográfica sin igual. Montañas, lagos turquesa, glaciares y paisajes realmente espectaculares. Recorrimos gran parte de la isla sur con una pareja de amigos en una “combi” o “motorhome”, manejando por la izquierda. Una experiencia inigualable.

Greymouth, Nueva Zelanda

Royce Peak. Nueva Zelanda

El famoso “Wanaka Tree”. Nueva Zelanda

Australia

Decir Australia con todas las letras es un poco exagerado, ya que solo visitamos Sydney. En nuestra corta estadía de 3 días (lo que duraba la visa de tránsito), le “dimos a la pata” y al tren para visitar sus lugares más icónicos.

Sydney, si bien con una cultura muy similar, era una ciudad mucho más cosmopolita que cualquiera de Nueva Zelanda. Paseamos por una gran ciudad de muchos edificios, locales, museos, cruceros y parques. La famosa Opera y el puerto de Sydney fue lo que más me quedó de este destino, en conjunto con el verde de sus parques y los 35°C a la sombra, de un 2 de Marzo.

Sydney, Australia

Indonesia

Estar llegando al aeropuerto de Bali y ver algo como esto कवि ya te hace entender que llegaste a otra cultura. Si bien en Nueva Zelanda y Australia había otro idioma y otras costumbres, lógicamente era una cultura con la cual nos entendíamos más que con la indonesia. Este país es un archipiélago de 8844 islas entre los océanos Índico y Pacífico, hogar de 270 millones de personas, de cientos de grupos étnicos que hablan varios idiomas distintos.

De toda esa inmensidad, estuvimos 7 días recorriendo 2 islas, Bali y Gili Trawangan. En la primera son mayoritariamente practicantes del hinduismo balinés y es el hogar de una cultura riquísima. Lo más lindo de aquí fue recorrer Ubud (la parte rural de la isla) junto a Wayan, nuestro guía balinés que hablaba español.

Templo Tirta Empul. Ubud, Indonesia

Bali

Terrazas de arroz, manantiales sagrados, cascadas, el “café más caro del mundo”, una obra de teatro tradicional balinesa y templos con esculturas increíbles, son solo algunos de los recuerdos de Bali. Además de una charla profunda con Wayan que nos dejó pensando muchísimo sobre lo afortunados que éramos de estar viajando por el mundo siendo tan jóvenes, de tener un techo, comida, una familia que nos apoya y derechos que disfrutamos en Uruguay.

Templo Tirta Empul. Ubud, Indonesia

Indonesia: educación y trabajo

Nos contaba Wayan que él no tenía vacaciones, trabajaba el año y unas 12hs por día muchas veces. Sus hijos iban a la escuela 11 meses, teniendo solo uno de vacaciones (en junio si mal no recuerdo). ¡Qué privilegiados que somos en Uruguay!

Terrazas de arroz con nuestro guía Wayan. Ubud, Indonesia

Gili Trawangan: un paraíso en la Tierra

Gili Trawangan, Indonesia

Si bien llegar a la isla fue una travesía bastante ardua que puedo contarles en otro momento, lo que nos esperaba luego de ese ferry era realmente un paraíso.

La Gili T es una de 3 islas muy turísticas en Indonesia Tiene una superficie de solo 15km2 que se podían recorrer en 1 hora en bicicleta tranquilamente, con muchos locales, nada de vehículos a combustión y una playas que… ¡te explotaba la cabeza!

Allí anduvimos en bicicletas alquiladas, nos bañamos mucho e hicimos snorkel en aguas turquesas y de una temperatura inigualable. Es más, en algunos momentos el agua era tan caliente que preferías estar fuera que dentro…

Snorkel en las Islas Gili, Indonesia

Lo único que nos arrepentimos aquí, fue de no quedarnos unos días más.

Filipinas: se acerca el final…

Y llegamos a uno de los destinos más soñados del viaje. Un país asiático de una gran mezcla de culturas, que fue colonia española durante 300 años, y donde se hablan unas 170 lenguas. Nuevamente un archipiélago enorme como Indonesia, ¡7107 islas!

Allí estuvimos el primer día en Manila, la capital, y luego nos fuimos a Corón, donde comenzaríamos a explorar las aguas increíbles que tiene el país.

Tour en Corón, Filipinas

Pero ese día, 14 de marzo, luego de ir a un tour en barco, nos enteramos que el COVID pisaba fuerte en el país: aeropuerto cerrado, vuelos cancelados y cuarentena. 

Y ahí estábamos nosotros, dos jóvenes uruguayos de 23 y 21 años, junto miles de extranjeros desesperados hablando en otros idiomas y con un panorama extremadamente incierto.

Por un momento, deseamos poder cerrar bien los ojos, abrirlos y que hubiese sido todo un sueño. Pero no, había que levantarse y resolver nuestra situación, y eso hicimos.

Todavía tengo el recuerdo de mi mente funcionando a 300% intentando entender qué sucedía, en Inglés, y tomando decisiones mientras recorríamos ese pequeño pueblo en los famosos “Tuc Tucs” (unos taxi-moto bastante pintorescos que hay en Filipinas).

¿Cómo salimos de ahí? Mejor te dejo que mi yo del pasado te lo cuente en video

Malasia en cuarentena

Y llegamos a Malasia un 17 de Marzo. Te digo la verdad, una vez logramos salir de Filipinas y llegar a un lugar a salvo, Kuala Lumpur, aún teníamos la esperanza de poder continuar el viaje más adelante. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde…

Kuala Lumpur, Malasia

Malasia era un destino que no teníamos planificado a priori. Una vez cancelamos China por el COVID, antes de salir de viaje, decidimos cambiar ese destino por Malasia. Luego, ya en viaje, Japón estaba complicado también y decidimos sacarlo del itinerario y agregar más días en Malasia. Y ahora, con el escape de Filipinas adelantamos aún más nuestra llegada a este país.

Allí esperábamos juntarnos con nuestro grupo, pero Malasia cerró sus fronteras un día después de que arribamos, por lo cual ellos no podrían entrar al país.

Fue en esos días que, con otros compañeros del GV que estaban en Kuala haciendo cuarentena, decidimos juntarnos y alquilar una apartamento grande dónde estuviésemos juntos y más contenidos. “Urchu”, “Waldo”, “Cama”, “Caro” y “Fede” fueron nuestra familia durante ese mes, grandes compañeros y mejores personas.

La familia de Malasia

Esos días de cuarentena, fueron una mezcla de gran incertidumbre y de “bancarse la cabeza”, como decimos en Uruguay, de apoyarnos los unos a los otros en esta situación que estábamos viviendo y no sabíamos qué hacer. Nuestras rutinas eran levantarnos, ir al super (lo único que se podía hacer en la ciudad), cocinar (90% de las veces “rapiditas”), ir a la piscina del complejo, jugar a las cartas, ver la tele y… hablar de qué iba a hacer cada uno con el viaje.

¿Qué se podía hacer?

En ese momento, junto con Malasia, la mayoría de países del mundo habían cerrado sus fronteras, y los asiáticos no eran la excepción. El gran contingente de viajeros del GV estaba haciendo cuarentena en Japón y solo unos pocos quedamos en Malasia.

Las opciones eran 2: quedarse esperando a que algún país abriera sus fronteras o volverse a Uruguay. Todo el tiempo monitoreando y hablando con compañeros del GV, familiares y amigos a ver qué podíamos hacer.

A medida que iban pasando los días, las posibilidades de que pudiésemos seguir viajando disminuían, cada vez más gente tomaba la decisión de volver y la ilusión se apagaba poco a poco.

Finalmente un 24 de Abril, luego de muchas idas y vueltas, tomamos la difícil decisión de emprender la retirada. Varios de nuestros amigos quedaron allí, y terminarían volviendo unos días después.

24 de Abril, unos minutos antes de irnos del apartamento. Malasia

La vuelta al “paisito”

Luego de toda esta aventura “por la mitad”, nos tocó volver al país en un vuelo humanitario del Gobierno. Uruguay ya había tenido sus primeros casos sobre mediados de Marzo y, al igual que en todo el mundo, la gente estaba ya muy alerta de que esta “gripecita” ya no era tan inofensiva ni estaba tan lejana como parecía en un principio.

Como te comentaba al principio, la llegada fue un momento muy duro. Si bien ya veníamos haciendo el duelo, ver el Aeropuerto de Carrasco (Montevideo) a mi me quebró.

Había sido 1 año y medio de preparación, de asambleas todas las semanas, de vender rifas, agendas, de trabajar mucho para ahorrar, de dejar trabajo, familia y toda una vida “parada” para cumplir el sueño de conocer el mundo. Sueño que queda trunco por la mitad, y se confirma con la imagen aérea de la cúpula del aeropuerto cada vez más cerca.

Y te comenté solo de la llegada, porque el viaje de vuelta fue toda una travesía.

Salimos de la casa en Kuala Lumpur un 24 de Abril a las 19hs, destino al aeropuerto, temprano porque a partir de las 21hs ni los taxis podían circular en la ciudad.

Allí, estuvimos esperando 7hs al vuelo que salió un 25/4 a las 2am hacia Qatar, viaje que duró 8hs. Luego otro de 16hs hacia San Pablo y finalmente otro de 2.5hs destino Montevideo, más 5hs de escalas entre medio. Unas 38.5 horas entre que salimos de Jalan Damai 7 (la dirección del apartamento en Kuala) hasta que llegamos al Aeropuerto de Carrasco.

La maniobra para hacer cuarentena

Lo más duro fue, una vez llegamos a Montevideo, no poder saludar a nuestros padres. Al aeropuerto fue mi madre con mi padrastro y mi gran amigo, Ariel. En 2 autos distintos, para mi madre dejarnos el auto y que nos podamos ir a una casa que nos prestaron los abuelos de Vale a hacer los 14 días de cuarentena.

Y con ese viaje manejando a Las Flores, Maldonado, sumamos una hora y media más a la travesía, totalizando 40hs desde que salimos de la casa en Malasia. Te imaginarás que cuando llegamos no entendíamos qué día, hora ni lugar eran. Simplemente nos moríamos de “jet lag” y sueño.

Captura del monitor de vuelo, mientras transitábamos a San Pablo

Volver y reinventarse

Una vez volvimos, mientras estábamos procesando todo lo que habíamos vivido, tocaba empezar a pensar en como seguiría nuestra vida en Uruguay.

Vale, con una voluntad de oro, ya se había puesto a preparar desde la cuarentena en Malasia las materias de ese semestre de la facultad. Por lo tanto cuando volvió enganchó las primeras clases online de la UdelaR por Zoom.

Por mi parte, a nivel laboral estaba en 0. Para Educa Producciones, que en ese momento se llamaba Emil C Films, dejé un colega que me cubriera los clientes mientras yo no estuviese, pero la realidad es que en ese momento toda la industria se estaba paralizando y no teníamos ningún trabajo en el horizonte cercano.

Allí fue cuando, una gran amiga y colega me dio una idea: “Las clases pasaron de un día para el otro a ser online y los educadores se están volviendo locos. A vos que te gusta comunicar y manejás bien la tecnología aplicada a la educación, ¿por qué no das un curso de manejo de herramientas digitales para docentes?”

Nuestros primeros cursos para docentes

Y así fue como, en una tarde fría de Mayo nació nuestro primer curso para docentes “Mejorá tu Educación a distancia”.

Recuerdo el momento de nuestra primera inscripción, fue mágico. Luego de eso llegaron más personas y generamos dos grupos, de 30 docentes en total. La receptividad fue muy buena, los profes quedaron entusiasmados y con ganas de seguir aprendiendo. Yo quedé muy contento, con la ilusión de seguir acercándole herramientas y conocimientos del mundo online a docentes.

A eso le siguió una capacitación que dimos para la ONG El Paso en el uso de la plataforma Moodle. Y así fue como comenzamos a trabajar, a la vez que retomábamos la producción de contenidos educativos, en formación para instituciones y docentes hasta la actualidad.

Dictando el curso Educación 4.0 para instituciones

Educa Producciones

Y llegamos hasta Febrero de 2021, cuando decidimos ponerle un sello de compromiso al área educativa al cambiar el nombre y misión de nuestra empresa: Educa Producciones.

En este tiempo hemos brindado cursos sobre educación digital para más de 150 educadores (entre docentes, maestros, talleristas y profesionales independientes).

Hoy, Educa es entonces un equipo de profesionales jóvenes dedicados a la producción de contenidos educativos y capacitación en educación a distancia.

¿Por qué te cuento todo esto?

Porque creo que una lección muy importante que nos dio la pandemia es enseñarnos a adaptarnos al cambio, a las diferentes situaciones y lo importante que es estar preparados. Planificar menos y fluir más

Si, nos hubiese gustado poder seguir el viaje y hacerlo tal cual lo planeamos. Pero las cosas cómo se dieron, también nos abrieron oportunidades para descubrir otros caminos, que hoy día nos dan mucha satisfacción.

Por eso me gustaría que tú, profe, puedas pensar en esta pandemia y en esta momento de virtualidad como un desafío, como una oportunidad.

Oportunidad para desafiar el statu quo, para moverse, para aprender nuevas habilidades y herramientas, nuevos modelos educativos dónde puedas aprovechar lo mejor de la virtualidad y la presencialidad. Aula Invertida, Educación Combinada, ABP, Gamificación, ¡entre muchos otros!

Creo que los seres humanos somos capaces de adaptarnos a los cambios y sacar lo mejor de ellos. Espero que esta historia de reinvención pueda inspirarte para hacer adaptarte a cambios que estamos viviendo y los que vendrán.

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¡Un abrazo grande!

Emil

Esta entrada tiene un comentario

  1. Adriana Fernández

    Querido hijo este relato me mueve mucho
    Me da ante todo gran alegría por tu planteo y capacidad de salir adelante.
    También la certeza que tendrán Miles de oportunidades y a las cuales apoyaré incondicionalmente y con gran alegría
    Decirte que te amo y que me hace feliz que ustedes pese a las dificultades saquen alegría y proyectos de vida muy hermosos

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